jueves, febrero 01, 2007

José Martí y el ideal republicano.

"... El respeto a la libertad y al pensamiento ajenos, aun del ente más infeliz, es en mí fanatismo: si muero, o me matan, será por eso." José Martí. (1)

En el 154 aniversario de su natalicio.

Ángel Luis Martínez Acosta (*)

Este 28 de enero recordamos el 154 aniversario del natalicio de José Martí, Héroe Nacional de la República de Cuba, en el contexto de un proceso de traspaso de poder de Fidel Castro hacia su hermano Raúl. Alrededor de este hecho se han generado muchas expectativas dentro y fuera de la isla. Tal parece que la pregunta que muchos analistas se han hecho durante años en el sentido de "¿qué pasará cuando Fidel desaparezca?", tendrá una respuesta en un breve plazo de tiempo.

Independientemente de los resultados de este cambio de manos de poder y del futuro rumbo político de Cuba, es bastante razonable pensar en la necesidad de cambios en el modo de gobernar así como en el contenido mismo de la política aplicada hasta el momento.

Si finalmente Raúl Castro logra mantenerse en el poder hay que tomar en consideración algunas realidades. Primero, no podrá gobernar del modo autocrático en que lo hizo su hermano porque no tiene su carisma en la relación con el pueblo, ni la "aureola" de líder del movimiento revolucionario inicial, ni el apoyo incondicional de un grupo de los llamados "dirigentes históricos". Segundo, porque una vez muerto Fidel el pueblo estará en libertad de romper esa especie de "pacto secreto" mediante el cual el gobernante cubano se mantuvo por más de 45 años en el poder más absoluto. A partir de ese momento el descontento acumulado, las frustraciones, desengaños y sobre todo la pésima situación socio-económica en que se encuentra el país, condicionarán el surgimiento de protestas sociales hasta ahora impensables. Tercero, por la presión que tanto la oposición interna como el exilio político ejercerán en favor de cambios en el país a lo que se unirán organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales y una parte significativa de la opinión pública mundial. Cuarto, porque dejará de recibir poco a poco la ayuda económica que recibe en estos momentos de algunos países, dirigentes u organizaciones y fundamentalmente de Venezuela donde su presidente, el Sr. Chávez, actúa como el "heredero por excelencia" del ideario de Fidel y en estas condiciones no va a permitir rivalidad de ningún tipo en su delirio de una Venezuela líder del mundo subdesarrollado y de él como su máximo dirigente...

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